El camino de Martorell subiendo por el Llobregat

La via en bici para llegar al puente del diablo a lo largo de un río importante

El camino de Martorell subiendo por el Llobregat

Intro

La ciudad de Barcelona está delimitada geográficamente por cuatro barreras naturales. El mar al este, montañas al oeste y en los dos lados restantes encontramos dos ríos que delimitan las zonas norte y sur. Son los ríos Besòs y Llobregat.

En un artículo hablé del río Besòs y su carril bici, pero esta vez decidí explorar el otro. El camino que sigue el Llobregat conduce a la ciudad de Martorell, famosa por una antigua leyenda que habla de un diablo, un puente y una mujer astuta.

El Llobregat

Es uno de los ríos más famosos e importantes de Cataluña. Tiene una longitud de unos 130 km y nace cerca de Castellar de n’Hug (Berguedà) para desembocar en el mar Mediterráneo a través del delta del Llobregat. Como por el Besòs, este río ha sufrido una fuerte contaminaciòn debido al fuerte pasado industrial y sobre todo textil. Lo cual utilizaba sus aguas para la producción de energía eléctrica y lamentablemente también como vertedero.

Hoy se han dado grandes pasos para la recuperación de la flora, la fauna y la calidad del agua, aunque en algunas zonas el nivel de pureza aún no es óptimo.

¡Vamos!

Salir del caos de Barcelona requiere un poco de destreza entre el tráfico y los semáforos, a pesar de que no faltan las ciclovías. Aunque la ruta es más larga, decido subir a Montjuic para disfrutar de una buena panorámica y más silencio a pesar del precio a pagar por la subida.

Llegar al Llobregat

Llego al estadio olímpico Lluis Companys, icono de la gloriosa Olimpiada y de un rico pasado para Barcelona. Dejo la estructura a mi derecha para tomar la carretera que a los pocos metros comienza a descender para llevarme a la Zona Franca. A partir de aquí, siempre siguiendo el carril bici, comienza un panorama no demasiado natural. Una zona relativamente nueva de la ciudad que limita con la zona industrial y portuaria. Carriles de alta velocidad, puentes, cruces mezclados con galpones y fábricas me catapultan a una de esas películas americanas de los 70-80 donde la gran protagonista era la carretera, las llantas de los vehículos pesados ​​y los paisajes industriales.

El camino de Martorell subiendo por el Llobregat

Continúo por el Carrer A, que sigue la misma dirección que la línea elevada 10S. Este detalle me permite circular a la sombra sin tener problemas de tráfico. Sigo recto hasta llegar al puente Nelson Mandela fácilmente reconocible por su forma original.

Me detengo a admirar la estructura arquitectónica por debajo de la cual discurre el río Llobregat, empujado por un fuerte viento. Al paisaje descrito hay que añadir el constante aterrizaje de los aviones que cada dos minutos rompen el silencio con sus jets.

Subiendo al Llobregat

Habiendo llegado y cruzado el puente, entro en el lecho del río. La ruta, bien señalizada, se encuentra cerca del Parque Agrario del Baix Llobregat. Es una de las zonas agrícolas más fértiles y antiguas de Cataluña, que aprovecha la llanura y el agua procedente del propio río. Lleno de tiendas agrícolas que suministran productos directamente al consumidor.

También hay dos reservas naturales cercanas. Muchas aves migratorias utilizan estas áreas como área de descanso y transición para sus cruces. En algunos lugares se han habilitado puestos de avanzada para la observación de la especie.

El panorama iluminado por el sol de la tarde solo se ve interrumpido por torres de alta tensión y zonas industriales. A lo lejos, la silueta de Montserrat delimita el horizonte del recorrido.

Sant Boi y Palleja

El carril bici me deja entrever el típico campanario de la iglesia de Sant Boi de Llobregat. La ciudad que durante la estancia musulmana tomó el nombre de Alcalá. Hoy es un municipio cuyo principal sector económico es el sector terciario e industrial dada la presencia histórica de fábricas y polígonos industriales. Entre puentes y curvas que me obliga a hacer el río, me adentro aún más en la campiña catalana hasta llegar al municipio de Palleja. El pueblo es famoso por su historia de la industria molinera y textil, así como por el icónico castillo de base cuadrada que domina el panorama del Vallès Occidental.

El camino de Martorell subiendo por el Llobregat

El puente de Martorell

La ruta continúa entrelazada con el cauce del río y las carreteras que se van espesando poco a poco. Esto significa que casi he llegado a mi destino. Martorell es una ciudad famosa por su posición estratégica y por la densa red de vías de comunicación. Rutas de tren, autopistas y cruces se entrelazan sobre mi cabeza. Al cabo de unos kilómetros veo el cartel que indica la ciudad y su histórico Puente del Diablo.

Con una ligera pendiente subo varios metros desde la orilla del río para abrir ante mí la antigua estructura de arco apuntado. Una placa de mármol indica su nombre derivado de la historia antigua. Dada su fuerte pendiente, no me atrevo a cruzarlo. Aprovecho para descansar un poco a la sombra antes de dirigirme a la estación de tren.

Pronto otro ciclista «nativo» se detiene para tener una charla amistosa. Termino mi ración de agua, el reloj me avisa en silencio que debo ir a la estación. Me despido y vuelvo a montar para ir al tren R4. En menos de una hora estoy de vuelta en la ciudad con el sol todavía dibujando la puesta de sol.

Mas sobre El Camì del Llobregat.

Marco Pachiega

Ninguna IA se utilizó para redactar el texto y editar las fotos.

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